Monday, September 9, 2013
CUMBRES DE LA INCONFORMIDAD.
---Mamá quiero ser italiano.---
---Mamá quiero ser español.---
---Mamá quiero ser sueco.---
---Mamá quiero ser alemán.---
Y vinieron las demás transformaciones con los años. El transplante de cara, el de cabello,los estudios de idiomas. Hoy quiere ser cubano. Incluso ha dominado el acento a la perfección. Al acercarse la madre por el pasillo escucha los bongós. Y mirando al hijo vé que efectivamente parece cubano. Pero sigue siendo chino en el manicomio de Beijing.
ENGLISH VERSION.
---Mother I want to be italian.---
---Mother I want to be spanish.---
---Mother I want to be swedish.---
---Mother I want to be german.---
This went on and on along with transformations through the years. The face and hair trasplants. The learning of languages. Nowadays he wants to be cuban. He has even masterd the accent to perfection. As the mother walks down the hallway she can hear the sound of the bongo drums. And her son looks rightly cuban. But he is still chinese and commited at the Beijing sanitarium.
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Guauuuuuuuuuuuu!!! Como decía mi abuelita Delia: "Aunque se vista de seda, la mona queda" muchos afeites, mucho bótox y demases artilugios, nunca es triste la verdad -dice el catalán- lo que no tiene es remedio.
ReplyDeletePienso en el chino encerrado y me da una mezcla de pena/patetismo.
Abrazo enorme, Carlitos!
Carlos:
ReplyDeleteMuy buen relato.
Aunque sin caer en estos extremos, hay demasiada gente que cambia constantemente de modelos y de deseos.
Un gran abrazo.
Gracias Bee y Arturo por comentar.
ReplyDeleteAunque el motor de éste relato es acerca de una personalidad tragicómica, como en todo lo que escribimos nos aparece un elemento sorpresa que no contiene intención por parte del autor, y ésto nos exime de situarnos como el todopoderoso del relato, ya que en muchos casos lo que contamos llegó a nuestro cerebro tan fortuitamente como pudiera ser la llegada de un murciélago o sentir un temblor de tierra.
Ahí radica una de las tantas magias del relato y la palabra escrita o hablada.
En éste cuento vemos un efecto del exceso. El personaje intentó abarcar más allá de sus posibilidades, y sin embargo a la vez tiene sus logros.
Las culturas diversas y los medios masivos nos llevan a idealizar a otras nacionalidades o razas y rara vez vemos más allá de lo aparente
o lo agradable.
Un tanto con las variantes del graffitti que en su mayoría son rayones de una subcultura deseperada pero también tienen valores artísticos, y ha corrido por el mundo por imitación.
Al chino le hubiése convenido más ser un internacionalista por sus aptitudes y apoyarse en el poderío económico actual para desarrollarse en otras culturas. Su debacle la muestra al entregarse a lo aparente , cirujias y trasplantes.
Pero es ficción al fin.
No me resposabilizo. Tómenme como un telépata imperfecto.
Esas cosas ocurren cuando no queremos aceptar lo que somos y nos vamos escindiendo y colocándonos máscaras, y un día no llegaremos a saber quienes somos.
ReplyDeleteUn abrazo, Carlos.
Mirella siempre tan bella. De una forma u otra llegamos al momento en que nos vamos inventando. Al carecer de un modelo universal de vida seguimos un ideal que alcanzar y con suficiente perseverancia cada quien llega cerca de su auténtica medida.
ReplyDeleteA excepción de elegir carreras divertidas que exigen todo tipo de contactos debido al exceso de competitividad.
Siempre habrá plazas para médicos ¿Pero cuando vez solicito piloto para conducir autos de fórmula uno?
Muy bueno, Carlos, me gustó mucho. Sorprendido con el final, je.
ReplyDelete¡Saludos!
Yo creo que las transformaciones son necesarias, tal vez no de manera tan extrema, pero si ni las células continúan siendo las mismas, ¿por qué intentar creer que no cambia la personalidad? Un pensamiento típico de los que se niegan a los cambios.
ReplyDeleteMuchas aristas, muchos puntos de vista, pero nadie duda de que lo has hecho muy bien.
Un abrazo, amigo.
HD
Me gusta esta pieza por lo que tiene de metáfora crítica, Carlos; por lo que muestra de la inconformidad -permanente- en la que parecemos estar sumidos.
ReplyDeleteUn abrazo,
jajaja muy bueno... lo malo que se le ocurra ser ANGOLANO...
ReplyDeleteun abrazo.
carlos
Juanito, así es el eterno tranformismo celular.
ReplyDeleteSin ésto no habría vampiros humanos que nos entretengan el tedio.
Humberto .Clara es tu mirada científica. El universo es un sólo cuerpo que aparenta ser muchos en el movimiento de átomos que no cesa.
Por éso llegamos a comprender tanto y la diversidad carece del poder del engaño.
Traspasamos con la mirada de la mente el todo que intenta confundirnos.
Gracias Pedro por tu preclaro análisis. Que nos entienda Diógenes.
Tocayo Inombrable, bien por encontrar vertientes que pudieron aumentar el caos del compañero en búsqueda del cambio.
Un abrazo afectuoso a todos ustedes, y me perdonan la falta de ortografía en mi propio comentario donde escribo vez por ves. Pero ya ven.
Esa falta de identidad, de tener una raíz cultural, por decirlo así, Carlos, es na característica de la globalización que no hemos analizado. NO hay un proyecto con el cual tener más que una globalización, una glocalización
ReplyDeleteeso le pasa a muchos escritores y cantantes y heladeros y gerentes y maestros de escuela
ReplyDeletey a muchos otros no
Pobre chino. Por lo menos no se queda solo con el cambio de imagen. El tipo le pone garra a lo que quiere.
ReplyDeleteMuchos no concretamos las cosas que pretendemos.
Genial micro.
Saludos.
ESKIMAL. La imitación precedió a la globalización.
ReplyDeleteGarriga. Original punto de vista.
Raúl Omar García. Aciertas en encontrar las virtudes. Garra necesitamos poner.
Excelente micro, Carlos. Siempre tu temática es tan abarcativa. . . Abrazos mi querido amigo.
ReplyDeleteGracias Zuni, si tan sólo pudiése hacer real mi ficcionalidad, tendría cierto sentido el surrealismo de la existencia.
ReplyDeleteTodo lo que escribo es resultado de una mente que ha vagado mucho tanto en la abstracción del pensamiento como en la lectura, no dejo de ser microbiano hasta comprobar lo contrario.
Sigo leyendo las expresiones de tu hermoso espíritu.
Poco tiene que ver la globalización con la inseguridad que es un mal endémico de las poblaciones aborregadas. El chino estaba loco pero al menos se cultivaba intelectualmente con eso de los idiomas (ríome). ¿Cuántos cuerdos con poder económico, claro, porque sin él no se comen un rosco, se la pasan en los quirófanos intentando cambiar su aspecto, como si eso les fuera a abrir todo tipo de ventanas exitosas? Y lo peor es que ni abren ventanas ni se sienten satisfechos en su mayoría, porque el problema es la inseguridad. Obviamente hablo de cirugía estética, no de la reparadora que esa no sólo es necesaria sino milagrosa para el que la necesita.
ReplyDeleteMe viene a la mente Michael Jackson y su terrible frustración por ser negro y pretender ser blanco hasta el esperpento.
No crean, algo parecido sucede con las mujeres incapaces de salir a la calle sin maquillar, o los calvos que usan peluquín, o los travestís que deforman pene y testículos hasta que resultan prácticamente invisibles bajo unas mallas, o las féminas que van subiendo de talla de sujetador en operaciones sucesivas hasta que el peso de la silicona les dobla el espinazo adquiriendo un aspecto monstruoso.
La inseguridad llevada al extremo, con dinero y pocos problemas, dan lugar a muchas aberraciones que darían risa si no fueran tan patéticas. Pero incluso en casos aberrantes, yo me preguntaría quién es más patético, si el cliente inseguro o el cirujano que por dinero accede a llevar a cabo cualquier barbaridad que le pida un pretendido cuerdo, aprovechándose de su falta de personalidad y criterio.
Ahh la inocencia humana, que considera dioses a simples trapisondistas.
Nos vemos, Carlos.
Namasté.
Morgana. Gran comentario. Los cuerdos nos estamos terminando. Pero el zoológico humano aumenta sus especies y variedades.
ReplyDeleteSigamos disfrutando mientras el eterno presente lo permita.
Un abrazo afectuoso.